Hoy hablamos del famoso sin IVA, tan habitual ahora en distintas empresas de distribución electrónico y nuevas tecnologías.

En la promoción de sus ventas, parece legítimo que las empresas puedan edulcorar sus ofertas con reclamos del tipo : “si no está conforme le devolvemos el dinero”, o bien : “le igualamos el precio mas bajo”, o también : “si encuentra algo mejor, cómprelo ”, etc. Pero en lo que se refiere a las campañas de “compra sin IVA”, dudo mucho sobre la legalidad de éste lema publicitario tan de moda.

Impuesto sobre el Valor Añadido o IVA

En el Título II, Artículos 20 al 67, de la Ley 37/1992 del Impuesto sobre el Valor Añadido, se detallan todas las operaciones que están exentas del Impuesto, pero ninguna de éstas se refieren a las  campañas publicitarias que resaltan el ahorro del IVA en la compra de bienes de cualquier naturaleza, al contrario, son publicidades que se hacen siempre respecto a ventas de productos que están plenamente sujetos al impuesto.

 

El Título V de la misma Ley, define la Base Imponible del impuesto y permite deducir de la misma los descuentos y bonificaciones “que se concedan previa o simultáneamente al momento en que la operación se realice y en función de ella”. Por lo tanto, permite los descuentos pero NO autoriza de ninguna manera a vender SIN IVA.

 

Por lo tanto, no se pueden realizar operaciones que están sujetas al impuesto sin aplicarles el correspondiente IVA, por lo que en realidad lo que hace esa publicidad no es más que ofrecer un descuento similar al importe del IVA, descuento que, por cierto, probablemente nunca será igual al IVA original, porque a la operación final siempre le tendrán que aplicar el impuesto, y así aparecerá en la factura que solicitemos al pagar la compra realizada.

 

Así pues, si lo que se pretende es llamar la atención del consumidor con un descuento similar al importe del impuesto, dígase así, pero no es legítimo hacer creer que se  puede eludir el IVA aprovechando una campaña publicitaria que no es del todo cierta.

 

Este tipo de publicidad, que a mi me sugiere el nombre de picaresca, debería de llamar la atención de la Administración encargada de velar por la integridad de nuestro sistema fiscal.